domingo, 21 de enero de 2018

Mirando por el telescopio con otros ojos.

¡Muy buenas a todo el que me lea! Si estáis aquí ya os habréis pasado por los enlaces de Blue y tenéis toda la información "científica" sobre el tema, así que he pensado que contaros más cosas sería repetirme innecesariamente y por eso voy a explayarme más con un detallito sobre esta misión que ella no ha mencionado. Bueno, por eso y porque no me he mirado los enlaces, pero no le digáis eso a ella...
-May, sabes que puedo oírte, ¿verdad?
-¡Vaya Blue! ¿Cómo tú por aquí? Justo les estaba contando a l@s lector@s que me iba a leer la página de la NASA dentro de nada...
-Más te vale porque es todo súper informativo.
-Tú no te preocupes, ¿no tenías que hacer esa cosa...?
Vale, ya se ha ido. Como iba diciendo, lo que yo venía a contaros hoy no es más que una cosilla que me encanta. Cuando éramos pequeñas y Blue miraba las estrellas en su proyector, a mí me leían mitología griega. No me voy a poner nostálgica y contaros mitos y leyendas ahora porque me lo estoy guardando para otro día, que no tenga gripe (porque a mí si que me ha dado de verdad, no como a Sky) y pueda hacerles justicia, pero sí que os voy a dar un par de datos: hay 12 olímpicos (dioses del Olimpo/dioses mayores del panteón griego) y de todos ellos, el "cabecilla" (no digo el más importante porque allí había mucha rivalidad, vaya a ser que alguno me oiga y decida destrozarme la vida o algo) era Zeus, dios del trueno, conocido como el "Padre de los dioses" y además, padre de un montón de semidioses (en serio, muchísimos, ya os contaré) gracias a su tendencia a tener relaciones extra-matrimoniales con tod@ mortal con pulso que le pareciese medianamente agradable a la vista. A su esposa Hera, diosa, entre otras cosas, del MATRIMONIO aquello no le hacía ninguna gracia y se dedicaba a hacerle la vida imposible a l@s amantes de su marido siempre que le venía en gana (y que una diosa enfadada, especialmente Hera, cuya ira es más bien célebre, te haga la vida imposible no es moco de pavo). Vamos, que cuando llegaron los romanos se quedaron con los mismos dioses y les cambiaron los nombres (la diosa del amor, Afrodita, pasó a ser Venus, Ares, el de la guerra, a llamarse Marte ect.) pero, al menos hasta donde yo, que siempre he preferido a los griegos, sé, mantuvieron sus personalidades. Con esto que he dicho os habréis dado cuenta de que los romanos usaron esos nombres también para los planetas de nuestro querido sistema solar y, ¿a que no adivináis cómo se llamaba Zeus? Júpiter. A Hera la llamaron Juno, y no se correspondía con ningún planeta pero la NASA lo ha arreglado mandando a la madre de los dioses al espacio también. Divertido, ¿verdad? Pues no acaba esto aquí, no. Con pasarse un segundo por la página de Wikipedia que habla de los satélites de Júpiter y mirarse los nombres nos encontramos con Ío, Europa, Calisto, Ganímedes, Leda...vale que también existe S/ 2003 J 18 y otros por el estilo, pero casi todos los satélites llevan el nombre de amantes de Zeus, quiero decir, Júpiter. Y no sé vosotros, pero a mí esto de que la NASA mande a la esposa vengativa a acercarse al marido cuy@s amantes orbitan todo el tiempo a su a su alrededor me da bastante mal rollo.
Si explota una luna de Júpiter en los próximos días, os he avisado,
May.

Foto de Júpiter y unos cuantos satélites suyos... sí, de los que podrían explotar.

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